El jueves pasado llegaron las esperadas olimpiadas con los niños de los coles de Castro, y para ello mi compañera María García y yo hicimos este mural. En él los pequeñajos (y no tanto) podrían dejar un mensaje sobre cómo se lo habían pasado, o que les había parecido nuestro proyecto.
Nos fuimos súper contentos al ver la cara de felicidad de los niños y leer sus mensajes ¡hay que quedarse con lo bueno!
Y este fue el resultado final:
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